Se presentaron dos casos de muertes por fiebre amarilla. En primer lugar, un sexagenario que a principios de marzo estuvo de vacaciones en Río de Janeiro, murió en Neuquén; dos días más tarde, falleció otro oriundo de Lanús con el mismo cuadro y origen.
El primer deceso se produjo en Neuquén el miércoles de la semana pasada. Se trata de un hombre de 69 años oriundo de la localidad rionegrina de Cipolletti, según información publicada en su web por el diario LM Neuquén. El hombre había viajado en la primera quincena de marzo a Brasil.
El otro caso fatal se produjo el viernes pasado con un hombre también de 69 años, oriundo de Lanús, que tras contraer la enfermedad en Brasil al volver presentó una insuficiencia renal de la que no se pudo recuperar.
La vacuna contra la fiebre amarilla no está recomendada para personas mayores de 60 años, razón por la cual ambas víctimas fatales habían obviado su aplicación.
Entre los efectos adversos que puede presentar la vacuna en los grupos de riesgo figuran cuadros de fiebre alta, meningoencefalitis y afección hepática.