Era periodista de Clarín, donde desarrolló la mayor parte de su carrera.
Este jueves a la medianoche falleció el periodista Pablo Calvo, quien permanecía internado desde hacía un mes en una clínica donde luchaba contra el coronavirus.
Calvo, quien trabajaba en el diario Clarín desde hacía casi 30 años, había dado positivo de Covid-19 el 10 de abril pasado. Cuatro días después, su cuadro comenzó a complicarse y debió ser ingresado en terapia intensiva, donde finalmente falleció, justo el día en el que cumplía 53 años.
“Papi no aguantó más. Se va un pedazo enorme de mi infancia pero queda todo lo que me enseñó. Te voy a extrañar siempre”, escribió pocas horas después de su fallecimiento León, el hijo de Pablo, junto a una foto de los dos con la camiseta de San Lorenzo, una de las pasiones que compartían.
Papi no aguantó más. Se va un pedazo enorme de mi infancia pero queda todo lo que me enseñó. Te voy a extrañar siempre pic.twitter.com/XrKwjh3LDk
El club también le dedicó un mensaje al periodista. "Periodista de raza, escritor exquisito y, sobre todo, una persona de una calidez humana extraordinaria. Pablo Calvo, Cuervo de ley y autor de magníficas obras sobre San Lorenzo, falleció a los 53 años, a causa del Covid. Acompañamos a sus seres queridos en tan duro momento", fue el texto que compartió la institución azulgrana.
Periodista de raza, escritor exquisito y, sobre todo, una persona de una calidez humana extraordinaria.
Pablo Calvo, Cuervo de ley y autor de magníficas obras sobre San Lorenzo, falleció a los 53 años, a causa del Covid.
Además, muchos colegas también expresaron su tristeza por la noticia. Tanto en respuesta al tuit de León, como así también en sus perfiles.
Ese fue el caso de Florencia Etcheves, quien compartió una historia que refleja la esencia de Pablo: "Juan perdió a su hija y a su mujer en Cromañon. No pudo escribir una carta de despedida: era analfabeto. Un periodista le enseño a escribir para que lo hiciera. Ese periodista fue Pablo Calvo. Ayer, a Pablín, se lo llevó el Covid. Quedan sus historias", escribió.
Juan perdió a su hija y a su mujer en Cromañon. No pudo escribir una carta de despedida: era analfabeto. Un periodista le enseño a escribir para que lo hiciera. Ese periodista fue @pablincalvo. Ayer, a Pablín, se lo llevó el Covid. Quedan sus historias. https://t.co/HZYRaKFxK9
Pablo había nacido en Sarandí. Se recibió de licenciado en Comunicación en la Universidad de Buenos Aires y comenzó a trabajar como periodista en la agencia de noticias DyN, a los 18 años, al mismo tiempo que realizaba el servicio militar obligatorio.
"Aún hacía el servicio militar cuando, a los 18 años, iba a cubrir noticias para entregar la crónica en la agencia y salir corriendo al regimiento sin perder tiempo para cambiarse. Esos minutos ganados al vestidor serían valiosos para mejorar el comienzo de la nota, para explotar mejor el dato perdido, para concebir un remate soñado. Pablo empezaba a experimentar los textos sinfónicos que alumbraría con la naturalidad de un violinista del teclado durante los próximos 35 años de carrera", escribió Héctor Gambini este jueves en su nota en el diario Clarín.
Calvo junto al papa Francisco.
Fue en ese medio donde desarrolló la mayor parte de su carrera. Trabajó en el equipo de investigación del diario, en la sección Política, y desde hacía ya un tiempo editaba la revista Viva y otros suplementos especiales.
Entre otros reconocimientos por su trabajo, el escritor Gabriel García Márquez lo distinguió como finalista del premio de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano por la nota “Juan y la carta de amor que venció a su tristeza”, una emocionante historia sobre un hombre que perdió a su mujer y su hija en Cromañón y a quien el propio Calvo le enseñó a escribir para que pudiera despedirse de ellas con un texto de su puño y letra (justamente la historia a la que Etcheves hacía referencia).
Su pasión por San Lorenzo lo llevó a escribir dos libros sobre el club de Boedo, "Dios es Cuervo" y "Los Tesoros del Gasómetro", y a forjar un vínculo especial con el papa Francisco, otro hincha fanático, a quien entrevistó en el Vaticano. También fue el autor de "La muerte de Favaloro" y de "Los mendigos y el tirano".