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Actualidad #Policía bonaerense#Dictadura militar

Escracharon la casa donde Etchecolatz cumple su prisión domiciliaria

La agrupación H.I.J.O.S. realizó un "siluetazo" en la casa del represor, favorecido recientemente con la prisión domiciliaria. La hija del genocida participó del escrache

Escracharon la casa donde Etchecolatz cumple su prisión domiciliaria
El señor de la muerte recibió la prisión domiciliaria antes de fin de año | Foto: NA

Agrupaciones de Derechos Humanos y partidos de izquierda realizaron hoy una movilización con un "siluetazo" para demarcar simbólicamente el acceso a la casa donde reside el represor Miguel Etchecolatz.

Los manifestantes se concentraron en la entrada principal del barrio Peralta Ramos y recorrieron el "camino de la impunidad" hasta la casa marplatense del genocida.

El exdirector de la Brigada de Investigaciones de la Policía bonaerense durante la última dictadura militar fue beneficiado recientemente con prisión domiciliaria pese a acumular múltiples condenas por crímenes de lesa humanidad.

A lo largo del camino, fueron colgando siluetas de cartón, cartulina, papel y fotos de Julio López en los árboles del bosque Peralta Ramos.

El escrache se produjo en el marco de una serie de actividades de repudio realizadas esta semana contra Etchecolatz, quien reside en su domicilio desde el pasado 29 de diciembre.

El viernes pasado, un nutrido grupo de vecinos participó de una caravana por la zona sur y se concentró en la puerta de la vivienda del represor. El sábado se llevó a cabo una masiva marcha por las calles del centro marplantese, y también hubo una concentración en la tradicional rambla costera.

La casa del represor se encuentra vallada por personal de las fuerzas de seguridad luego de que Etchecolatz se alojara allí por disposición del juez, que le concedió el beneficio luego de que sufriera un accidente cerebro vascular en agosto pasado, en el penal de Ezeiza. 

Una de las organizadores del escrache fue Mariana Dopazo, hija del genocida, que señaló que "otra vez la justicia se volvió injusticia". La mujer, que se cambió el apellido e integra el colectivo Hijxs y ex Hijxs de genocidas, aclaró que "rechazar la domiciliaria de Etchecolatz no significa no valorar la Justicia".

 "Acá no hay un grupo de locos sueltos queriendo escrachar a alguien. Estamos hablando de una sociedad que piensa otra cosa. Y ‘eso’ tiene que ver con lo que ocurre: denunciar y poder no estar de acuerdo porque si la Justicia fuese justa, a lo mejor la reacción del sujeto social sería otra", defendió Dopazo los escraches a su padre.