"No violé ni maté" fueron las palabras emitidas por el dueño de la lavandería donde trabajaba Sebastián Wagner, confeso asesino y violador de Micaela García, en su declaración frente al fiscal Ignacio Telenta.

Durante su paso por Tribunales, Pavón aseguró que estuvo con Wagner en la madrugada del asesinato pero que fue dejado en su casa. Según las investigaciones, aproximadamente a las 6 de la mañana, el asesino comenzó a perseguir a Micaela.

Por otro lado, fuentes judiciales aseguraron que el dueño del lavadero admitió haberle dado alojamiento durante varios días a Sebastián Wagner y que finalmente le prestó cinco mil pesos para que viajara a Moreno, Provincia de Buenos Aires, donde finalmente fue apresado.

Sin embargo, los investigadores creen que la declaración del asesino confeso sería la concreta. A diferencia de Pavón, aseguró que consumieron una gran cantidad de alcohol y drogas, y que decidieron salir a "cazar" chicas a la salida del boliche.

Pese a esto, todavía no se ha podido encontrar muestras genéticas de que Néstor Pavón haya violado y/o asesinado a Micaela el pasado 1 de abril en la ciudad entrerriana de Gualeguay.