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Actualidad #Papa francisco

El Papa Francisco restringe las misas en latín por “aumentar las distancias”

El sumo pontífice se pronunció de manera crítica sobre los sectores más conservadores de la Iglesia. 

El Papa Francisco restringe las misas en latín por “aumentar las distancias”

A partir de un decreto en el que criticó las formas de los sectores más conservadores de la Iglesia, el papa Francisco decidió restringir la posibilidad de que los obispos de todo el mundo celebren misas en latín, reafirmando los principios progresistas del Concilio Vaticano II.

Según el Papa, la posibilidad de regirse por los misales y ritos anteriores al Concilio de 1969 fue "una posibilidad usada para aumentar las distancias, endurecer las diferencias, construir oposiciones que hieren a la Iglesia y obstaculizan su camino, exponiéndola al riesgo de la división".

A través del motu proprio "Traditionis custodes", Francisco decretó que los grupos conservadores no deben excluir la legitimidad de la reforma litúrgica y dejó reservada a ocasiones especiales la posibilidad de celebrar misa en latín admitidas en el Misal Romano de 1962, siete años anterior al Concilio.

Con su nuevo decreto, Francisco, tras consultar a los obispos del mundo, decidió cambiar las normas que rigen el uso del misal de 1962, que fue liberalizado como "Rito Romano Extra-Ordinario" hace catorce años por su predecesor Benedicto XVI.

El Papa enfrentó de hecho una decisión de Benedicto XVI, quien había declarado infundados los temores de escisión en las comunidades parroquiales, porque, escribió, "las dos formas de uso del Rito Romano pueden enriquecerse mutuamente".

Sin embargo, una encuesta promovida por la Congregación para la Doctrina de la Fe entre los obispos aportó respuestas que revelan, escribió Francisco, "una situación que me apena y me preocupa, confirmándome en la necesidad de intervenir".

Es a partir de esto que se marca la responsabilidad de regular la celebración según el rito preconciliar que defienden los tradicionalistas recaerá sobre el obispo de cada diócesis.

"Es de su exclusiva competencia autorizar el uso del Missale Romanum de 1962 en la diócesis, siguiendo las orientaciones de la Sede Apostólica", precisó Bergoglio.

El obispo debe asegurarse que los grupos que ya celebran con el misal antiguo "no excluyan la validez y legitimidad de la reforma litúrgica, los dictados del Concilio Vaticano II y el Magisterio de los Sumos Pontífices"

En adición a este punto, resalta que los sacerdotes ordenados después de la publicación del Motu proprio que quieran utilizar el misal preconciliar, "deberán presentar una solicitud al obispo diocesano, que consultará a la Sede Apostólica antes de conceder la autorización".