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El G20 bajo la mirada de Crónica TV: hay placas para todas y todos

El canal de las placas rojas se convirtió en tendencia en la redes a partir del ingenio de sus redactores que, a pura ironía, hacen una cobertura desopilante de la Cumbre internacional.

El G20 bajo la mirada de Crónica TV: hay placas para todas y todos

Fiel a su estilo irreverente, Crónica TV marca la diferencia en la cobertura periodística del evento de política internacional más importante del año. Desde bien temprano, el canal de noticias que en las próximas semanas cumplirá 25 años en el aire, le pone su impronta al G20. Y sus seguidores lo celebran y convierten en viral las placas que aparecen en pantalla.

A las 9.30 el cartel enorme avisa: "Faltan 3 días para que termine el G20 y 22 para que empiece el Verano".

Crónica se anticipa. Y no pierde oportunidad de recordarnos cuántos días faltan para que estalle la estación más esperada por todos, o por una gran mayoría.

A las 10.19 aportarán otro dato no menor para la argentina futbolera: "A horas del G20, se lesionó Gago". "¿Pero qué tendrá que ver?", diría -seguro- si estuviera con nosotros el recordado Pocho La Pantera.

Hubo tres líderes que aterrizaron a la mañana con los que los redactores del canal de las primicias se hicieron un festín.

Uno fue el primer ministro de India, Narendra Modi. "El Indio no está solari", bromearon. Y con la misma ironía siguieron: "El Indio llega al país de Vaca Muerta".

Otro ilustre visitante al que Crónica eligió para mandar a placa fue "el facha" Trudeau, el primer ministro canadiense.

Y sobre uno de los presidentes invitados, Paul Kagame, de Ruanda, dijeron:

Parte del equipo de Crónica asignado a la cobertura de hoy

LA HISTORIA DE CRÓNICA 

En los próximos días llegará a las librerías "Fue Primicia", el libro en el que cuento la historia del canal creado por Héctor Ricardo García en 1994 y revelo el detrás de esas noticias que Crónica TV anunció, a su modo, antes que nadie: el suicidio del empresario Alfredo Yabrán, el trágico accidente de un avión de LAPA en el Aeroparque Metropolitano, la muerte de Rodrigo y el atentado a la AMIA, por citar sólo algunas. 

En esta señal, que lideró la audiencia del cable durante años y es motivo de estudio en las universidades, las noticias policiales, deportivas y del espectáculo desplazan a las políticas, salvo un evento como el G20, claro. 

Así, entonces, un informe sobre el Día mundial de la carcajada puede extenderse más que la cobertura de una reunión de gobernadores; un discurso del presidente de la Nación será levantado del aire si coincide con el sorteo de las quinielas y la tanda publicitaria interrumpida para alertar que Asaltan, golpean salvajemente a anciana y le comen la pastafrola.

“Somos el receptáculo de cuanta cosa rara pasa en el país”, dirá García sin ruborizarse.

Y aunque el legendario periodista, creador también del diario Crónica, ya no siga al frente del canal, ahora en manos del Grupo Olmos, hizo escuela con su particular estilo y dejó allí sus discípulos.

LAS PLACAS

Con el simple ejercicio de apretar un botón oculto en su escritorio, Héctor Ricardo García interrumpía la transmisión de Crónica TV en cualquier momento para poner al aire una placa roja con una primicia. Lo daba por seguro un estudiante de periodismo que hablaba con sus compañeros de facultad, hasta que un redactor del canal de las noticias lo desmintió; ese es un mito, uno más de los tantos que alimentan esta historia.

En la oficina de García no había tecnología tan sofisticada. La “máquina de hacer las placas”, acaso la herramienta más importante que tiene esta señal informativa, está ubicada en el control central, celosamente custodiada por un operador durante las veinticuatro horas.

Fue en ese aparato, que consiste en un monitor y un teclado como cualquier otra computadora, donde tomaron forma los primeros carteles que inundaron la pantalla con noticias urgentes. “Una placa roja vale más que quinientos mil ejemplares de Clarín”, sostiene el creador de Crónica. Sabe que sus títulos generan un efecto hipnótico: cuando se anuncia en letras catástrofe un “último momento” es imposible dejar de mirar a la televisión para saber qué pasó.

Robaron en el ACA y se fugaron, escribe el operador de videograph. Lo hicieron en un Renault 9 azul destartalado, completa. Pasan sólo unos segundos y un productor acerca otra información. Sugiere cómo contarla: “Barracas. Ocupas resisten desalojo”, dice. Su compañero lo tipea pero le agrega un término ya clásico de Crónica TV: Tensión. “Así es más dramático, más real”, justifica.

Y cuando a los redactores se les consulta cuál es la clave de las placas para lograr el impacto esperado, responden con dos palabras: Sangre o Ironía.

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