Domingo 28 de octubre de 2018. Una nena de 12 años pide a su vecino que le permita ingresar por la medianera a su casa. Está preocupada porque su mamá no contesta ante los insistentes llamados. Cuando ingresa se encuentra con lo peor: su madre, Ivana, está muerta. Hay manchas de sangre por toda la casa, objetos tirados, horror. La niña pide ayuda, alguien la asiste, pero nadie puede creerlo.
Ivana Milio tenía 46 años. Era una reconocida empresaria del departamento: junto a su familia administraba una de las casas fúnebres más importantes de San Martín. Desde hacía un tiempo vivía junto a su pareja, Julio Abel Mendoza González (32) en la calle Guido Spano, del barrio “Solares del Centro”. Vecinos y familiares confirmaron luego que la relación era tumultuosa y que él controlaba todos los movimientos de la mujer.
Sin embargo, nadie esperaba que ese día Ivana fuera asesinada por Julio y tampoco que huyera al mando de un Ford Focus que pertenecía a la propia víctima.
Mendoza estuvo prófugo por un día, pero luego se entregó. El fiscal de la causa lo imputó por el delito de “homicidio doblemente agravado por la situación de convivencia y por mediar violencia de género”. La necropsia determinó que la mujer sufrió golpes en la cara y en la cabeza: “La violencia está dirigida hacia partes específicas del cuerpo de la mujer que tienen que ver con su silenciamiento”, señaló en ese momento el fiscal Sívori.
Finalmente, después de algunos meses, la causa llegará a juicio y será un jurado compuesto por 12 personas el que decidirá sobre la culpabilidad de Mendoza, quien arriesga una pena de prisión perpetua.
Además, será el primer juicio con estas características que se desarrolle en la zona Este. El sistema de juicios por jurados arrancó hace muy poco y hasta ahora los procesos han sido en el Gran Mendoza y en el sur de la provincia.
Abel González Mendoza, el único acusado. Arriesga una pena a prisión perpetua.