Desde noviembre de 2017, Diego Lagomarsino, procesado como partícipe necesario del presunto homicidio del fiscal Alberto Nisman, lleva una tobillera electrónica que controla todos sus movimientos.

Según Infobae, el día de hoy el juez federal Julián Ercolini aceptó el pedido de la defensa del perito informático y, de ahora en adelante, podrá dejar de usarla dentro de cuatro días, cuando la decisión del juez quede firme.

La misma le impedía alejarse más de 100 kilómetros de su domicilio y, según se supo, el juez aceptó el pedido por el "cumplimiento de todas las disposiciones de la Justicia sobre el uso de la pulsera".

Por su lado, el fiscal Eduardo Taiano y el abogado Pablo Lanusse, que representa en la causa a la madre y la hermana de Nisman, aceptaron el pedido de la defensa.

A pesar de esta decisión, Lagomarsino tendrá que ser cumpliendo con órdenes judiciales como presentarse cada quince días tribunales y la prohibición de alejarse más de 24 horas de su domicilio sin previo aviso.