La clásica cadena de confiterías Boston de Mar del Plata echó a 60 de sus 80 empleados y busca llegar a un acuerdo para abonar las indemnizaciones al 50%, en medio de la profunda crisis en la que cayó por el desplome de ventas y el aumento de las tarifas de los servicio públicos.
La empresa –que opera desde 1958– contaba con seis locales cuando fue adquirida por un empresario austríaco en 2016, quien prometió inversiones para abrir sucursales en Villa Gesell y Cariló, pero nada de eso ocurrió.
El 3 de abril pasado, presionada por la caída del consumo y el incremento en las tarifas de los servicios públicos, la compañía decidió cerrar la sucursal de Diagonal Pueyrredón 3050 en la ciudad de Mar del Plata y reubicó a los empleados en otros locales.
Desde entonces, aseguran los trabajadores, la empresa tampoco abonó los salarios ni el aguinaldo y acumula tres meses de impagos, mientras que envió telegramas de despidos a 60 de los 80 empleados.