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Actualidad #show#Olavarría#Recital indio solari

Crónica de un final anunciado: Lo que nadie te contó del show del Indio en Olavarría

Filo News se comunicó con varios olavarrienses, quienes nos contaron cómo se vivió la previa, el durante y el después de un show que arrasó con una ciudad entera. Una reconstrucción de cómo minuto a minuto, el recital anunciaba el peor final
Crónica de un final anunciado: Lo que nadie te contó del show del Indio en Olavarría

“Lo que debería haber sido una fiesta, terminó en tragedia”. Frase que suena en las calles y casas de la ciudad de Olavarría. Un recital, que sin dudas podría haber sido un hito en la historia, hoy lo es pero por las razones contrarias a lo que se esperaba.

La fecha ya estaba pautada, el 11 de marzo el Indio Solari tocaría en el predio La Colmena. Muchos de sus fanáticos llegaron a la ciudad en el transcurso de la semana, ocupando las calles, las veredas y cualquier lugar que veían libre y accesible para poder tener su estadía.

Desde Filo News nos comunicamos con vecinos del lugar que nos informaron cómo se vivía el antes, el durante de este esperado show. “Hay gente que se vio afectada porque tuvieron campamentos en sus veredas. Hacían fogatas para cocinarse y defecaban en la calle. No había baños químicos, excepto cerca del predio, aunque la cantidad no era suficiente. El olor todavía está en la ciudad”, nos dijo Claudia Becker.

La desorganización fue el tema central ya que según nos contaron nadie controlaba el ingreso. En un primer momento la calle Pringles -una de las avenidas principales- era para estacionar los micros que llegaban, pero luego se vio obstruída por los fans que acampaban. Había personas que vendían comida, bebidas y ropa, por ende los colectivos debían estacionar en cualquier lugar por lo que esto complicaba el tránsito.

“El recital en sí, fue un caos, un desastre”, declaró Santiago, uno de los jóvenes que asistió al evento. “Había partes tranquilas, por ejemplo donde estaba yo estaba tranquilo, pero desde la mitad hacia delante era un desastre. Ni siquiera lo vi al Indio, porque constantemente hacían pogo y había gente tirada que estaba descompensada”.

Además nos comentó que pagó $800 la entrada y no se la pidieron al ingresar: “Fuimos tarde y cuando empezamos a entrar no las pedían. El predio abría a las tres de la tarde, yo creo que si ibas temprano sí te pedían la entrada, pero ya a las 9 de la noche no; fue un caos”, afirmó el joven.

“El recital empezó luego de las nueve, creo, porque no llevábamos celular por un tema seguridad. Igual de mucho no nos sirvió porque a un amigo mío le robaron. Lo agarraron entre seis, lo acorralaron, uno le tapó la boca para que no grite y los otros le pegaron en todo el cuerpo. Lo tiraron al piso y terminó todo lastimado”, se lamentaba el fan del Indio.

Pero lo peor fue el final, no solamente por las víctimas que se cobró este trágico recital sino también por cómo se vivía ese minuto a minuto. La falta de organización y el exceso de concurrentes desbordaron el lugar al punto tal de llevarse al menos, confirmadas hasta el momento, 2 vidas.

“A la salida no sacaron las vallas que estaban en la entrada, por lo que la gente comenzó a romper todo para poder salir. Tardamos más de 40 minutos”, aseveró Germán, otro de los concurrentes al show.

“En síntesis, el recital fue un fracaso total. Se esperaba que sea una fiesta, como siempre lo fue el Indio. Por lo que he visto y leído siempre fue una fiesta, han pasado cosas, sí, como en todos lados, pero este fue un fracaso total”, comentó Santiago.

Y el día después sigue siendo aún peor. Las calles se ven llenas de desechos, botellas tiradas, latas de cerveza, bolsas que sobrevuelan la ciudad, cenizas de los puestos que vendían comida y de aquellos que se cocinaban en la vía pública los días previos.

Foto: NA

El show del Indio parece haberse detenido en Olavarría, todavía hay gente durmiendo en las veredas, dentro de los bancos y en cada rincón de la ciudad. El lugar quedó reducido a los destrozos que sufrieron los kioscos, las estaciones de servicio y otros tantos. Donde entraban, rompían todo y saqueaban el lugar llevándose bebidas, cigarrillos y comida.

“A esta hora de la tarde, las 17.30 hs más precisamente, sigue habiendo una gran movida, gente sentada en la veredas tomando alcohol. La Avenida Pringles está cortada por varias cuadras consecutivas. Fue ahí donde prendieron fuego las boleterías por no conseguir pasajes”, aseguró Claudia.

La salida se ve colapsada, todos quieren regresar a sus casas y hay muchos que no saben o no tienen cómo hacerlo: “Está congestionada la salida, en la ruta hay mucha gente caminando, autos rotos, un micro en el medio de la ruta parado, y eso lo complica el tránsito, obviamente”.

“Siendo habitante de este lugar realmente me siento muy angustiada al ver todo en este estado. La gente es muy dañina, individualista y no piensa en el prójimo. Me dio mucha pena y mucha tristeza ver dos abuelitos limpiando el exterior de su casa con bidones de lavandina. Se ayudaban entre ellos, ella echaba lavandina y él por detrás iban con la manguera, sacando pis y caca, sin contar toda la basura que había alrededor de esa esquina”, concluyó Claudia.

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