Esta mañana trascendió un caso de presunto abuso sexual de una menor que habría sucedido el pasado martes 26 de junio durante el partido de Argentina-Nigeria.
Una adolescente de 16 años denunció que, luego de salir del Colegio San Miguel (ubicado en Larrea al 1200) le consultó la hora a un hombre en la calle y este la ingresó a un auto por la fuerza, la drogó y la llevó a un departamento para abusar de ella junto a otras chicas.
Sin embargo, de acuerdo a las pericias médicas que le realizaron a la supuesta víctima no habría sido violada. Los doctores no hallaron rastro alguno de abuso sexual. Pero este no sería el único punto en el que el relato de la menor se ve desmentido.
Las cámaras de seguridad de la zona del barrio porteño de Recoleta donde la joven estudiante aseguró haber sido secuestrada y trasladada a un departamento del que luego pudo escapar gracias a una señora que le obsequió la llave contrarian lo declarado por ella.
Si bien la adolescente fue hallada por un efectivo policial -luego de que su padre denunciara en la comisaría que su hija no había regresado a su hogar después de la escuela- corriendo descalza por la intersección de las calles Agüero y Güemes, el material fílmico registrado horas antes la detectó caminando y fumando junto a una amiga.
"Aún estamos tratando de reconstruir para dónde fueron, las imágenes muestran que la menor no se fue por el camino que dijo. Creemos que se fue de la casa por una pelea con su madre", explicaron fuentes policiales al Diario Crónica.
El caso es investigado por la Fiscalía N° 14 a cargo del fiscal Andrés Madrea, quien lleva adelante una causa por delito "contra la integridad sexual".