Una extensa mancha amarronada de 80 kilómetros de extensión sorprendió a todos los habitantes de Los Cabos, en Baja California Sur, un paraíso turístico de aguas cristalinas cuya sanidad se vio amenazada.
Tras días de investigación sobre la procedencia de esta enorme mancha en el mar de la zona mexicana, la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Coepris) confirmó que se trata de residuos fecales. La suciedad cubrió las aguas del Océano Pacífico, entre El Migriño y Cabo San Lucas.
Por su parte, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Marina se encargaron de disolver la mancha y llevar a cabo las investigaciones pertinentes para determinar su origen.