En lo que fue el primer día de paro miles de maestros se adhirieron a la medida de fuerza convocada por la Confederación de Trabajadores de de la Educación (Ctera), medida que alcanzó a cinco distritos, entre ellos la Ciudad y la provincia de Buenos Aires. Según los gremios porteños, la medida tiene un acatamiento del 90%.
La Ctera dispuso un paro de 48 horas (hoy se cumple el segundo día) que abarca a Buenos Aires, Capital Federal, Corrientes, Chaco, Santa Cruz y Tierra del Fuego, en reclamo de la retomar la paritaria nacional docente eliminada por el Gobierno en 2017.
En el conflicto de mayor alcance en el país, el Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (Suteba) resolvió “adherir a la jornada nacional de protesta de 48 horas, con la realización de paro y movilización”.
En Buenos Aires, los docentes rechazaron, en el octavo encuentro del año, la propuesta del Gobierno bonaerense. En todos los casos, siempre les ofrecieron el mismo 15% de aumento.
La gobernadora María Eugenia Vidal adelantó que sancionará a los docentes de Suteba por violar la conciliación obligatoria dictada por el gobierno provincial. Pero los docentes sostuvieron que adhirieron a una medida nacional “que no fue objetada”.
El Gobierno de la provincia había dictado una conciliación obligatoria para impedir la medida de fuerza del Frente de Unidad Docente (FUD) en reclamo de un acuerdo salarial que compense a los trabajadores por la inflación.
El FUD -integrado por Suteba, FEB, Sadop, UDA, Udocba y Amet- acató la conciliación obligatoria dictada por el ministerio de trabajo bonaerense, aunque el gremio de Baradel se adhirió luego a la huelga nacional convocada por Ctera.