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Hallaron ropa y restos óseos en nuevos rastrillajes en el marco de la causa que busca a Guadalupe Lucero, la niña de 5 años que fue vista por última vez el 14 de junio, cuando jugaba con sus primos en el barrio 544 Viviendas, al sur de la provincia de San Luis.
Este miércoles por a las 17 horas, la madre, Yamila Cialone, y el padre de la menor, Eric Lucero, ver las prendas de vestir que se hallaron durante el rastrillaje realizado ayer por efectivos de Gendarmería y de la Policía Provincial en la denominado "zona cero", informaron fuentes judiciales a la agencia Télam.
Así lo confirmó el abogado defensor del padre de la niña, Héctor Zabala, sobre los hallazgos, que en las últimas horas comunicó el Fiscal Federal, Cristian Rachid. Al tiempo, que manifestó que causaron "mal impacto en el papá de Guadalupe que no se encuentra bien".
"En un 90% estoy seguro que los restos óseos pertenecen a un animal y que entre las prendas se encuentra una calza pequeña y unas botitas número 30", sostuvo.
El letrado se refirió a la zona como "un basural y allí hay restos de vacas, chanchos y zorros, además de ropa". De acuerdo a sus declaraciones, el hallazgo "no despertó demasiada expectativa por las características del lugar y las declaraciones de una antropóloga que aseguró que los restos podían ser no humanos".
El operativo ordenado por la Policía Federal bajo la instrucción del fiscal Rachid se extenderá hasta el viernes con nuevas intervenciones y un "sin fin de otras medidas en curso" para dar con el paradero de la niña.
La ropa
Se investigaron "26 hectáreas donde se encontraron unas calzas pequeñas, rajadas y oscuras que hoy serán acercadas a la mamá, Yamila Cialone, para ver si las reconoce", tal como precisaron las fuentes a la agencia.
Las prendas "no estaban enterradas, solo entre la maleza y gastadas por el paso del tiempo" y entre ellas encontraron las "botitas número 30 que no serían del talle de la nena así que por el momento no las exhibirán".
El nuevo rastrillaje se da en el marco de la declaración en cámara Gesell de una niña que estaban jugando con Guadalupe el día que fue vista por última vez y que "habría regresado el día de la desaparición de Guadalupe con la ropa embarrada y restos de pasto en la cabeza, reproduciendo una versión poco entendible sobre la niña desaparecida, por la que se infiere la posibilidad de un accidente en un juego entre ellas", explicaron fuentes vinculadas a la causa.
