Según los testimonios, ocurrió hace más de una década. El día en que una niña de San Rafael cumplía siete años, tres de sus hermanos la violaron. No fue la única vez. Y aunque la joven pudo hacer la denuncia hace poco y luego quiso retirarla, la justicia cree que su primer relato es verdadero y por lo tanto uno de aquellos hombres, que ya era adulto al momento del hecho, deberá enfrentar un juicio por presunto abuso sexual.

El juez Claudio Gil ordenó esta semana el fin de la investigación primaria y la elevación del caso a juicio oral y público, tal como lo había pedido el fiscal Javier Giaroli. La defensa del acusado, por su parte, había solicitado el sobreseimiento puesto que la víctima hizo en su momento una denuncia pero ahora quiere retirarla.

Para el fiscal, la muchacha sufre de Síndrome de Acomodación al Abuso Sexual

Si bien en el momento de los hechos los otros dos hermanos “abusadores” eran menores de edad, este sujeto –se reserva su identidad para proteger a la víctima- ya era mayor y por lo tanto le caben todos los rigores de la ley.

¿Por qué, entonces, la víctima quiere quitar la denuncia? Para el fiscal, la muchacha sufre de Síndrome de Acomodación al Abuso Sexual: se siente culpable ante el conflicto en el que está su familia y cree que desmintiendo lo que dijo podrá "calmar las aguas". Una reacción bastante común en estos casos.

Fuera de la ley

 

Una mamá sanrafaelina denunció en febrero que tres de sus nueve hijos habían abusado de otros tres que eran más pequeños. Según los testimonios, la práctica se habría extendido durante años y las víctimas habrían sido dos nenes y una nena.

Se capturó a los sospechosos, pero uno se salvó del juicio porque al momento de los abusos era menor de 16 años. Otro apenas había pasado los 16, por lo que fue liberado. El mayor tenía 20 cuando ocurrieron los hechos y hoy, a sus 30 años, debe enfrentar la decisión de la justicia. Está acusado de abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo.

El Síndrome de Acomodación

 

Puede resultar insólito que una víctima de abusos tan graves quiera retirar las denuncias, desdecirse y hasta afirma que lo que dijo “era mentira”. Sin embargo este mecanismo ha sido bien estudiado.

En numerosas ocasiones, la víctima siente que “si revela el secreto destruirá sus vínculos”

Hoy se sabe que en muchos casos de abuso, la víctima pasa por cinco etapas. Primero se mantiene el secreto, después de siente desprotección, luego ocurre la acomodación, seguida por la denuncia y por último la retractación.

La acomodación se produce porque las víctimas muchas veces no pueden escapar del entorno en el que están siendo vejadas. O bien viven con el abusador, o bien el abusador es el sostén económico de la familia, o ambas cosas. La víctima siente que “si revela el secreto destruirá sus vínculos”.

La denuncia puede tardar años en llegar. Cuando llega, suele generar un terremoto familiar. Esa es la razón por la que muchos denunciantes luego quieren retractarse, ya que comprueban –mediante amenazas, peleas, acusaciones- lo duro que puede ser a veces decir la verdad. En ese contexto, el rol de la justicia es contener a estas víctimas e investigar cada caso.