En los minutos iniciales del juego, Juventus logró inquietar a la defensa del Madrid pero se topó con un atento Navas que tuvo dos intervenciones. 

La primera para desactivar un fuerte tiro de Higuaín y la otra fundamental para evitar la caída de su valla antes de los 8 minutos, tapando abajo un esquinado remate de Pjanic. Enorme el Tico.

Cuando el equipo de Zidane se pudo acomodar dentro del terreno de juego del Millenium Stadium, una contra de izquierda a derecha bien comandada por Modric, tuvo al luso como protagonista principal.

Tras un pase de Carvajal, el crack portugués venció a Buffon con un esquinado remate que se desvió en Bonucci e hizo delirar a los madridistas presentes.

A los siete minutos de la apertura del marcador, la "Vecchia Signora" tomó nuevamente la posta del encuentro y presionó cerca del área rival. 

Tras una excelente jugada por derecha y una asistencia de Higuaín, el delantero croata dominó la pelota con el pecho y ensayó una media chilena para empatar el encuentro ante la imposibilidad de Keylor Navas de sacar el remate.

El volante central brasilero, motor y alma del Real Madrid junto a Modric en la final, se encontró con la chance de marcar un nuevo gol con la Casa Blanca y en la final.

Tras un desborde por izquierda, el ex Porto tomó el rebote y con la fortuna de un desvió sobre Khedira, puso el 2 a 1 parcial en 15 minutos de la segunda etapa. Y lo mejor estaba por llegar. 

Cuando la defensa de Juventus se encontraba en su peor momento, un error en la salida de Mandzukic a tres minutos del gol de Casemiro permitió un enorme desborde de su compatriota Modric y sorprender a la defensa.

Con un preciso centro y un Cristiano Ronaldo en su mejor final y lúcido, se anticipó a las imprecisiones de Chiellini y Bonucci y de primera puso el 3 a 1 que parecía sentenciar el encuentro. 

El juvenil que llegó al equipo de Zidane para hacer historia, fue fundamental en varias ocasiones y tuvo el placer de cerrar la goleada histórica en Cardiff.

Tras un desborde de Marcelo, el ex jugador de Mallorca y Espanyol solamente tuvo que colocar la pelota lejos de las manos de Buffon y puso las cifras definitivas de una nueva Champions.

Con el pitaso final de Felix Brych, se desató la locura en el terreno de juego. Rezos, llantos y gritos de desahogo de todos los jugadores y cuerpo técnico del Madrid. 

Sin embargo, todos los flashes fueron con Cristiano Ronaldo que se arroldilló en el campo y elevó un fuerte grito de felicidad por la histporica victoria, siendo el primer club en tener el bicampeonato desde que se llama Champions League. ¡Salúd!