"Gracias por venir a vernos, somos The 1975 de Manchester, Inglaterra", fue el tímido saludo de la banda que tuvo muchísima atracción del público argentino en el Main Stage 2. La banda de pop moderno había tenido su debut hace seis meses con una gran convocatoria pero nunca esperaron tal respuesta en el Lolla y cumplieron con las expectativas de los fans.

Durante la tarde del viernes, se vivió uno de los recitales más agitados de la jornada gracias a otra de las bandas inglesas que dijo presente en Argentina. Esta vez, con el ritmo efusivo de Matt Schultz recorriendo el escenario de punta a punta hasta quedar en cuero en la hora de espectáculo, donde sonaron los temas más esperados como “Cold, Cold, Cold” y “Trouble”. Para cerrar, y como es habitual, el hermano y guitarrista del cantante, destrozó su guitarra al mejor estilo "The Who" y rezando ante un público fiel.

No hay sentimiento de nerviosismo mayor que levantar al público luego del espectacular show de Metallica, sin embargo, los neoyorquinos lograron hacer vibrar al público argentino con un género bastante distinto. La efusividad de la banda desde las redes sociales fue fundamental para lograr una noche fantástica y despedir a los fanáticos como se lo merecían.    

Obviamente, el foco de atención del primer día era la banda metalera pero el trio indie fue la banda con segunda mayor convocatoria de lo que va del Lollapalooza. Con sus canciones de origen electrónica y pop, los cantantes dieron un gran recital para los adolescentes que pudieron disfrutar por momentos de las mezclas del dj de la banda que tuvo su apartado en varias ocasiones.

Se terminó la espera. Con una convocatoria gigantesca registrada por las cámaras oficiales del evento, se dio inicio al recital con imágenes de ataúdes y la palabra de James Hetfield: "No importa la música que te guste, de qué país seas, qué religión tengas, ni tu partido político. Hoy estamos todos acá. Bienvenidos a la familia Metallica", exclamó en la apertura de un recital que se metió en el corazón de todos los metaleros argentinos.

Con un mix de clásicos y modernos, abireron con dos temas del nuevo disco "Hardwired... to self destruct" que hicieron vibrar a San Isidro para despedirse con fuegos artificiales.