Como un cangrejo inquieto, el canceriano no puede controlar sus emociones y se mueve por los sentimientos, que luego esconde en su caparazón.

De carácter introvertido, el nacido bajo la influencia de cáncer es muy reservado y será difícil comunicarte con él.

Tendrás que tener paciencia para entender sus modos y sus tiempos, de modo que puedas llegar más en profundidad para conocerlo.

Además, le encanta la comodidad de su hogar y disfruta de estar en familia.

Alguien de cáncer es muy fácil de herir o de lastimar. Su susceptibilidad hará que la relación esté muy tensa entre ambos, pero con el tiempo aprenderás a tener cuidado con las cosas que plantees o los hechos que surjan.

Además de ser sensible, el canceriano tiene de por sí una predisposición al malhumor. Es calculador, desordenado y autocompasivo. Además, le cuesta superar situaciones, para él, traumática.

Tampoco soporta que alguien le lleve la contra o que le diga lo que tiene que hacer.

Muchas personas de este signo pueden tener tendencia a sufrir un complejo de inferioridad. Se sienten aludidos con frecuencia y generalmente por causas imaginadas o sin fundamento.

También disfrutan de los halagos de los demás para alimentar su ego.