Las mujeres rurales representan más de un tercio de la población mundial y el 43% de la mano de obra agrícola, además garantizan la seguridad alimentaria de sus comunidades, generan resiliencia ante el clima y fortalecen las economías, así lo indica ONU Mujeres.
Sin embargo, las desigualdades de género tales como leyes y normas sociales discriminatorias, junto con un panorama económico, tecnológico y ambiental que cambia rápidamente, limitan su pleno potencial, situándose muy por detrás de las mujeres urbanas y los hombres.
"Las mujeres rurales se ven más afectadas por la desigualdad en el acceso a recursos naturales y económicos tales como, el agua, el control de la tierra, acceso al crédito, la capacitación y la tecnología, también en espacios de socialización y participación. Todas estas limitaciones se traducen en desventajas concretas como la sobrecarga y superposición de tareas, la escasa o nula autonomía económica, la falta de valoración respecto de su contribución a las actividades productivas y de representación de las mujeres en las instituciones, la gobernanza, liderazgo y otros espacios de toma de decisión", sostiene María Beatriz “Pilu” Giraudo, Co fundadora Red Mujeres Rurales, en diálogo con Filo.news.
"Dentro de los principales desafíos para el desarrollo de las mujeres rurales, con entornos menos favorecidos, uno los aspectos centrales se asocia a las condiciones de vida, ya que la mayor parte de las zonas rurales se caracterizan por el aislamiento, la escasez de infraestructura y de medios de transporte, las deficiencias en el acceso de las mujeres a los servicios básicos de de salud y educación", agrega Giraudo.
Mientras que Yamile Niclis, vocera de la campaña Voces Rurales, siguiendo la misma línea, señala que como "hay sectores donde todavía la mujer rural no cuenta con las mismas posibilidades que las mujeres urbanas o los hombres, es importante la acción colectiva, donde mujeres con mayores posibilidades puedan ser de puente y de nexo para que las más vulnerables puedan crecer, desarrollarse y acceder a las mismas posibilidades que las demás".
Por eso, en el marco del Día Internacional de las Mujeres Rurales (establecido el 15 de octubre por Naciones Unidas), la Red Mujeres Rurales (consolidación de la Red se dio en el marco del W20-G20, con la iniciativa de Argentina de incluir a la mujer rural como ícono a los ejes de equidad en lo referido a Financiamiento, Laboral y Digitalización) presenta Voces Rurales, una nueva campaña cuyo objetivo es dar a conocer la importancia de su rol para el Desarrollo Sostenible.
Esta campaña cuenta con el apoyo de ONU Mujeres y lo que busca es estimular el sentido auditivo, invitando a las personas a escuchar qué tienen para decir las mujeres rurales. Es una serie de piezas gráficas, visuales y auditivas que buscan potenciar a estas mujeres presentando las historias de representantes de más de 14 provincias que conjugan saberes tradicionales e innovadores al servicio del desarrollo sostenible y se agrupan principalmente a través de organizaciones que nuclean a pequeñas y grandes productoras, líderes en el sector agro, indígenas, artesanas, emprendedoras, investigadoras, científicas, profesionales y miembros de instituciones, de diferentes regiones del país.
"Con la campaña #VocesRurales buscamos transmitir lo que hacen, sienten y sueñan las Mujeres Rurales. Se compone de la voz de mujeres de distintos lugares del país, con diversidad de profesiones y ocupaciones, como un recurso ‘democratizante’. Se pretende lograr mayor conciencia sobre la diversidad e importancia de los diferentes lugares que ocupan las mujeres vinculadas a lo rural, sus necesidades y su rol fundamental como agente de cambio y de desarrollo territorial sostenible", explican Niclis y Giraudo.
A su vez, Paula Narváez, representante de ONU Mujeres Argentina, indica: "Nos parece fundamental visibilizar el trabajo que realizan las mujeres rurales, el valor diferencial que aportan a su labor y la increíble capacidad de apoyo, articulación y solidaridad que las moviliza. Creemos que esta Red debe fortalecerse y ser un impulso para que más mujeres estén en puestos de liderazgo y toma de decisiones, a la hora de diseñar leyes, estrategias, políticas y programas vinculados a la ruralidad, la tierra y el cuidado ambiental".
"La visibilización es el paso ineludible para lograr el protagonismo e incidencia que aspiramos", afirma Pilu Giraudo, Ingeniera Agrónoma, productora familiar, y asesora. Quien además cuenta que "desde los años 90 hasta el 2005 ha crecido la participación de las mujeres rurales en la población económicamente activa (PEA), la que ha tenido un incremento mayor que la de la población masculina rural ocupada, la cual, por el contrario, ha decrecido. Las mujeres rurales soportan una cantidad desproporcionada de cuidado y trabajo del hogar, que no es reconocido ni remunerado. Cuando se combinan las horas de trabajo remuneradas y no remuneradas, las mujeres trabajan muchas más horas en comparación con los hombres".
"Las mujeres rurales se concentran en trabajos poco calificados, de baja productividad y bajos o no remunerados con largas jornadas laborales, malas condiciones laborales y protección social limitada y como miembros de la familia, lo que significa que su trabajo no se reconoce o se paga mal. Menos del 20 por ciento de los propietarios de tierras en todo el mundo son mujeres, con escaso o nulo acceso al financiamiento y con una brecha salarial entre hombres y mujeres que llega al 40 por ciento. Si las mujeres tuvieran el mismo acceso que los hombres a los recursos, la producción agrícola en los países en desarrollo aumentaría entre 2,5 y 4% y el número de personas desnutridas en el mundo disminuiría en aproximadamente un 12-17% (FAO, 2011)", detalla la miembro de Red Mujeres Rurales.
Y deja en claro que "las actividades productivas a cargo de las mujeres rurales, generan importantes aportes a la economía nacional y representan ejes fundamentales de sistemas productivos regionales, que se basan en criterios de integralidad, diversidad y sustentabilidad. El fortalecimiento del desarrollo de las mujeres rurales y sus emprendimientos, produce impactos a nivel social, económico y ambiental donde el arraigo pasa a ser un gran logro. La visibilización es crucial, luego la acción colectiva que promovemos desde Red Mujeres Rurales está orientada a impulsar vínculos públicos privados con foco en 3 ejes estratégicamente interrelacionados- que abordan la Conectividad, educación y capacitación; el Desarrollo local, la infraestructura y el financiamiento; las Buenas Prácticas, el cuidado ambiental y el Cambio Climático. Esta propuesta requiere el protagonismo de las mujeres en igualdad de condiciones, con la convicción de que el conocimiento local, la combinación de saberes tradicionales e innovadores, la posibilidad de tener incidencia de política pública y asignación de recursos, otorgando un rol como agentes de cambios transformadores".