Lucy Liu, Cameron Diaz y Drew Barrymore se ponen en la piel de las clásicas chicas detectivescas que, bajo las ordenes de Bosley (Bill Murray) y el siempre omnipresente Charlie (voz de John Forsythe), deben recuperar un importante software robado, usando sus muchas habilidades tecnológicas, en artes marciales y, por qué no, su increíble belleza, súper útil a la hora de desconcertar a los malos. A diferencia de la serie de TV homónima de finales de los setenta y principios de los ochenta, la película de McG deja un poquito de lado el drama y se concentra en la acción sin respiro y el humor que exudan las tres protagonistas. La secuela ya no fue una gran idea, tampoco el reboot televisivo de 2011, pero gracias a Barrymore (una de las productoras), las Angels abrazaron una visión más femenina.  

Basada en la serie homónima que ABC emitió entre 1959 y 1963 protagonizada por Robert Stack, y, a su vez, en el libro autobiográfico de 1957, escrito por Oscar Fraley y el mismísimo Eliot Ness. El film criminal de Brian De Palma, con guión de David Mamet (pavada de dúo), sigue los incontables esfuerzos del agente gubernamental interpretado por Kevin Costner y su equipo de “intocables”, que durante la era de la prohibición y la ley seca (décadas del veinte y treinta) hicieron todo lo posible por llevar al temible mafioso Al Capone (Robert De Niro) ante la justicia. La película consiguió cuatro nominaciones al Oscar y resultó en noche triunfal para Sean Connery como Mejor Actor de Reparto.

El doctor Richard Kimble (Harrison Ford) es injustamente acusado del asesinato de su esposa. Un accidente de camino a la prisión le da la oportunidad de escapar para tratar de encontrar al verdadero criminal y demostrar su inocencia, pero su huida desencadena una verdadera cacería por todo el territorio del Norte de Estados Unidos. Basado en uno de los policiales más exitosos de la TV yanqui -“El Fugitivo” (The Fugitive, 1963-1967)-, el film de Andrew Davis no sólo le hizo justicia a la creación de Roy Huggins, sino que se convirtió en un gran éxito de taquilla, cosechando también siete nominaciones al Oscar, incluyendo Mejor Película y un galardón para Tommy Lee Jones.

Phil Lord y Christopher Miller (los mismos de “La Gran Aventura LEGO” y “Spider-Man: Un Nuevo Universo”) rescatan la popular serie policial de finales de los ochenta -la misma que ayudó a cimentar la carrera de Johnny Depp y a convertirse en estrella- y la adaptan al humor de siglo XXI, cargado de referencias pop y mucho absurdo. Jonah Hill (Schmidt) y Channing Tatum (Jenko) son dos grandes amigos y policías que no han logrado gran cosa ni en sus vidas, ni en sus trabajos. Ahora deben infiltrarse entre los estudiantes de una escuela secundaria (y pasar desapercibidos, ja) para desbaratar una operación de narcotráfico.

La serie creada por Bruce Geller en 1966 fue uno de los tantos ejemplos de historias de espionaje que florecieron en la TV durante la Guerra Fría. Cuando Brain De Palma y Tom Cruise tomaron la posta a mediados de la década del noventa, la acción desenfrenada, las intrigas y la calidad artística de las aventuras cosmopolitas de Ethan Hunt y su gente, le dieron un aire fresco al género que, años más tarde, se refinaría un poco más gracias al reboot de James Bond y a la franquicia de Jason Bourne. En esta oportunidad, Hunt es acusado de traición tras ser el único sobreviviente de una misión en Praga. Así, el agente de la FMI se tiene que cortar solito para desenmascarar al verdadero culpable.