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Coronavirus en la Argentina: ¿Enamorados de la cuarentena?

Hoy, la mayor parte de la Argentina se encuentra en la fase 4, mientras que el AMBA continúa en la fase 3 y Corrientes es la primera provincia en pasar a la fase 5.

Coronavirus en la Argentina: ¿Enamorados de la cuarentena?
¿Todos los países liberan sus cuarentenas y Argentina no?

Los habitantes de Wuhan, la ciudad china donde se originó la pandemia de coronavirus, estuvieron en cuarentena 76 días: desde el 23 de enero hasta el 8 de abril, cuando las autoridades levantaron el confinamiento. 

En la Argentina el aislamiento social preventivo y obligatorio en todo el territorio nacional se decretó el 20 de marzo y el sábado Alberto Fernández anunció que se extenderá hasta el 7 de junio, es decir que nuestro país superará a Wuhan con 80 días de encierro, convirtiéndose en la más larga del mundo.

Argentina, al igual que otros tantos países, ha planeado la reapertura o desescalada en distintas fases y de manera desigual en todo el territorio, reservando las grandes urbes para el final. Esto significa que, aunque se mantenga el estado de alarma en el país, el confinamiento se va relajando, se van suavizando las medidas y van flexibilizando las restricciones de la movilidad de los ciudadanos. 

Hoy, la mayor parte de la Argentina se encuentra en la fase 4, mientras que el AMBA continúa en la fase 3 y Corrientes es la primera provincia en pasar a la fase 5 dado que abrirán bares, restaurantes, gimnasios, hoteles y hasta se permitirán las reuniones sociales. 

Las cinco fases del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO)

  • Fase 1: aislamiento estricto

En esta etapa solo estaba permitida la circulación de los servicios esenciales y la prohibición de todos los otros rubros. El total de gente en circulación representa hasta el 10% de la población.

Esta fase rige mientras el tiempo de duplicación de los casos sea menor a los cinco días y se aplica de forma homogénea a todo el territorio.

  • Fase 2: aislamiento administrativo

En esta etapa se generan nuevas autorizaciones para la circulación de personas y se instalan prohibiciones nacionales. El total de gente en circulación representa hasta el 25% de la población.

Esta fase rige mientras el tiempo de duplicación de los casos sea mayor a cinco y menor a 15 días. Además, puede haber excepciones dentro del territorio donde rija otra fase menos restrictiva.

  • Fase 3: segmentación geográfica

En esta etapa se generan excepciones provinciales para la circulación de personas y se mantienen las prohibiciones nacionales. El total de gente en circulación representa hasta la mitad de la población.

Esta fase rige mientras el tiempo de duplicación de los casos sea mayor 15 y menor a 25 días. Además, entra en vigencia la segmentación por criterio epidemiológico.

  • Fase 4: reapertura progresiva

En esta etapa se generan se mantienen y extienden las excepciones provinciales para la circulación de personas y se mantienen las prohibiciones nacionales. El total de gente en circulación representa hasta el 75% de la población.

Esta fase rige mientras el tiempo de duplicación de los casos sea mayor a 25 días. Además, se aplican restricciones locales.

  • Fase 5: nueva normalidad

En esta etapa todas las personas pueden circular teniendo en cuenta hábitos de higiene y cuidado sostenidos. Además, se eliminan las prohibiciones nacionales.

Esta fase no tiene en cuenta el tiempo de de duplicación de los casos. 

Desde que estalló el brote por COVID-19 en el mundo, hay dos provincias que no han tenido casos de coronavirus, Formosa y Catamarca; el ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, adelantó que existe la posibilidad que las clases presenciales puedan empezar en estas y otras provincias donde no haya circulación del virus.

En este sentido Chubut venía bien pero pasaron cosas. Registraba solo 4 casos positivos y ninguna víctima fatal y en este contexto es que el gobernador Mariano Arcioni, habilitó el funcionamiento de shoppings, hoteles y reuniones familiares de hasta 10 personas. Llegó al récord de 24 días sin casos hasta que este miércoles detectaron un nuevo infectado y decidieron dar marcha atrás con la flexibilización.

En Jujuy, pasó algo similar. La provincia alcanzó 53 días sin contagios hasta que el 26 de mayo notificaron sobre un caso "importado". Sin embargo para el gobernador Gerardo Morales. significó solo una alerta porque no registraron "circulación viral comunitaria". Jujuy se convirtió en la primera provincia en liberar el turismo interno: el primer fin de semana de flexibilización hoteles y restaurantes observaron un buen movimiento alcanzando un 40% de ocupación promedio.

Salta es la provincia que mejor manejó los índices epidemiológicos de contagios por habitantes: 4,91 casos por millón de habitantes. En este marco, San Juan también presenta buenos indicadores.

En Mendoza se permiten reuniones de hasta 10 personas con familiares directos como padres, hijos y hermanos y el gobierno evalúa la posibilidad de habilitar el turismo con las provincias de Jujuy y Salta.

Lo dijo el presidente de la Nación el sábado en la prórroga del aislamiento social: "La Argentina no está cerrada, en un 90% el territorio está abierto". 

Los focos donde los controles están siendo más exhaustivos en nuestro país están en CABA, conurbano, Chaco y Córdoba. El virus entró en los barrios populares donde la densidad demográfica es más alta; viven muchas personas en muy poco espacio y el contagio es muy fácil y rápido. 

"En los últimos 14 días del total de casos acumulados el 87,5% es en AMBA, Ciudad Autónoma de Buenos Aires y los 40 municipios de la Provincia de Buenos Aires" aseguró Alberto Fernández para explicar por qué seguiremos en la fase 3 de la cuarentena -al menos hasta el 7 de junio- mientras que en la mayoría de las provincias los ciudadanos pueden ir retomando sus actividades según las reglamentaciones de cada jurisdicción del resto del país. 

Ahora bien, la flexibilización del aislamiento obligatorio puede llegar a salir caro. El aumento de la movilidad de las personas implicaría el riesgo de expandir la circulación del virus y empinar la curva de contagios. Lo conveniente entonces, antes de habilitar nuevas actividades, es que las autoridades locales se aseguren de tener capacidad de respuesta ante un rebrote de COVID-19 para no entrar -en un futuro no muy lejano- en emergencia sanitaria: deberán detectar rápido los casos, aislarlos y asegurarse de que cada paciente tenga una cama, un médico y un respirador disponible por si su cuadro se agrava. 

Como dijo nuestro presidente: “Si crecen los casos habrá que ir para atrás que no es ir para atrás sino para adelante...es tomar más recaudos para ser más efectivos en la batalla”. 

Lo cierto es que estamos ante una pandemia sin precedentes en la historia moderna y no existe una única forma de accionar frente a esta. Cada país adoptó su propia postura y hemos sido testigos tanto del colapso de los sistemas de salud de los países más desarrollados y ricos del mundo -que no dieron a basto y tuvieron que elegir entre atender a un ciudadano o a otro- como Italia y España y también de casos ejemplares como el de Corea del Sur, el primer país que ha vencido con éxito un brote o Taiwán, la isla a 130 km de China que controló el coronavirus sin cuarentena obligatoria y con los chicos en la escuela.

Estados Unidos y Brasil lejos de mejorar empeoran. Y en estos casos es más complicado evaluar la extensión del confinamiento porque no se han tomado medidas a nivel federal, sino que la respuesta a la crisis recayó en los gobernadores y alcaldes. 

Tanto Donald Trump como Jair Bolsonaro se han mostrado reacios ante la idea de un bloqueo nacional. El presidente de Brasil hace caso omiso del Coronavirus, dice que preocuparse por esto es una "neurosis" y que "no hay nada que hacer al respecto". Se congrega con grandes multitudes en la playa, lleva a cabo grandes manifestaciones políticas y ha emprendido una "guerra" contra los gobernadores locales que han tratado de bloquear sus estados. Se ha quedado sin ministro de Salud dos veces en un mes.

Bolsonaro, se pronunció a favor del regreso de los campeonatos de fútbol, sin hinchas, comenzando por Río de Janeiro, horas después de que el país superara los 20.000 muertos por la pandemia de coronavirus.

El gobernador de Sao Paulo, Joao Doria, desafió al presidente de Brasil, y ordenó la cuarentena el 24 de marzo que el 8 de mayo terminó extendiendo hasta el 31 de este mes por el escenario sombrío y "desolador" de la región (un total de 67 día de encierro). Sin embargo hasta el momento esta medida no fue respetada por los ciudadanos: Sao Paulo nunca alcanzó un 70 por ciento de confinamiento considerado ideal por las autoridades sanitarias para contener la propagación del COVID-19 por eso la prórroga hasta fin de mes. 

En Estados Unidos al menos diez estados han registrado un repunte significativo en su número de casos u hospitalizaciones por coronavirus en la última semana, un fenómeno que intensificó las dudas sobre el ritmo de reapertura en el país, mientras el número de víctimas fatales rozaba las 100.000.

El alza de los contagios coincide con el fin de semana largo y los festejos en aquel país por el Memorial Day ("Día de los Caídos"), en el que se viralizaron fotos de multitudes en las playas, muelles, bares y piscinas en buena parte del país.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) advirtió que la trasmisión de COVID-19 "se está acelerando" también en Perú y Chile y pidió no flexibilizar las medidas de contención de la pandemia en la región.

"En Sudamérica, estamos particularmente preocupados porque el número de casos nuevos reportados la semana pasada en Brasil fue el más alto en un período de siete días desde que comenzó el brote. Tanto Perú como Chile también están reportando una alta incidencia, una señal de que la transmisión aún se está acelerando en estos países", dijo la directora de la OPS, Carissa Etienne.

Con un total de 2,4 millones de casos y más de 143.000 muertes reportadas al 25 de mayo, América Latina superó a Europa y Estados Unidos en el número diario de infecciones, convirtiéndose "sin duda" en el epicentro de la pandemia del nuevo coronavirus, agregó durante la sesión informativa semanal de la OPS.

La cuarentena en Chile comenzó el 18 de marzo. No obstante, a diferencia de otros países de la región con menos casos como la Argentina o Colombia, la administración de Sebastián Piñera se negó desde el inicio de la pandemia a implementar el aislamiento a nivel nacional. Optó en cambio por "cuarentenas selectivas y estratégicas", con restricciones que se imponen y se levantan en cada comuna o ciudad en función de los nuevos contagios.

De cualquier manera, para el 24 de abril, la mayoría de las comunas habían comenzado el "Retorno seguro", luego de cumplir con 37 días de confinamiento.

Pero la situación cambió el 13 de mayo cuando el Gobierno de Chile decretó cuarentena total para el Gran Santiago, luego de que se registrara un nuevo pico en la cifra de casos de coronavirus. La Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile advirtió que el sistema de Salud del país trasandino estaba a punto de colapsar.

En Perú: 72 días desde que el Ejecutivo encabezado por Martín Vizcarra dispuso el estado de emergencia nacional y 81 días desde el primer caso positivo de coronavirus en el país, transita su peor etapa. Es el tercer país del continente americano con mayor número de casos positivos después de Estados Unidos y Brasil (el primero y el segundo de los países con más infectados en el mundo, respectivamente).

El Colegio Médico del Perú informó que el escenario es de “una gravedad extrema” en tanto se habla de “catástrofe sanitaria” entendiendo que la epidemia ha sobrepasado la capacidad de respuesta del sector salud. 

Sin embargo el presidente peruano anunció que mantendrán su confinamiento -vigente en el país desde el 16 de marzo- hasta el 30 de junio, pero con normas más flexibles para abordar una nueva fase de reactivación económica que permitirá actividades como el comercio electrónico. Podrán reiniciar sus actividades servicios de mantenimiento del hogar como carpinteros, fontaneros y electricistas, así como peluquerías, dentistas y centros de reproducción. También se reanudará el fútbol profesional, la liga peruana, pero sin público.

En este nuevo período continuarán los toques de queda nocturnos, el cierre de fronteras y la prohibición de transporte de pasajeros interno tanto terrestre como aéreo.

Uruguay, a diferencia de Argentina, optó por decirle que no al aislamiento obligatorio y el presidente "decidió apelar a la responsabilidad ciudadana", al margen de que suspendió las clases, prohibió espectáculos públicos y puso a trabajar a comercios e instituciones estatales con el mínimo de personal.

El Gobierno recomendó limitar las salidas de los hogares y ha conseguido poner freno a la proliferación del coronavirus. 

"Nosotros también tuvimos que tomar medidas con respecto a las fronteras, como ustedes", declaró Beatriz Argimón, la vice del país vecino. Uruguay le cerró las puertas a Brasil, al igual que Estados Unidos, tras un incremento de casos de coronavirus en el departamento Rivera -en el norte de Uruguay, fronterizo con Brasil-, donde se registraron 17 nuevos contagios de coronavirus desde el fin de semana del 23 y 24 de mayo y dos pacientes infectados fallecieron en el hospital local. 

Gran Bretaña, que inicialmente había adoptado una estrategia de inmunidad de rebaño, dio marcha atrás con esa medida y entró bajo cuarentena el 24 de marzo. Aunque algunos británicos volvieron al trabajo el 13 de mayo, el país permanecerá en confinamiento hasta al menos el 1 de junio, cuando reabran progresivamente escuelas primarias y comercios, siempre que la ciencia lo respalde, según informó el primer ministro Boris Johnson. Ese día se cumplirán 69 días desde el inicio del bloqueo.

La estricta cuarentena de Francia duró 55 días. El 11 de mayo inició una primera fase de apertura "progresiva" y "diferenciada" sin embargo una semana después cerraron 70 escuelas primarias -que habían reabierto- porque se reportaron casos de coronavirus. Los cafés y restaurantes permanecen cerrados y los franceses solo pueden viajar a menos de 100 km de sus viviendas sin justificación. Se ubica en el puesto 7 de países con mayor cantidad de infectados. 

Rusia: la poca cantidad de casos de coronavirus que registró en las etapas tempranas de la pandemia fue sorprendente. El 23 de marzo, el presidente Vladimir Putin incluso dijo que había logrado detener la propagación masiva del coronavirus, y que la situación estaba "bajo control" , gracias a medidas tempranas y agresivas para evitar que más personas contraigan la enfermedad. Desde entonces, el panorama ha cambiado por completo. Rusia se ha convertido en el tercer país con más casos del mundo.

El 12 de mayo, Rusia levantó su cuarentena para salvar su economía aunque la duramente afectada Moscú permanece en un estricto bloqueo hasta fin de mes. 

"Según los especialistas, el pico puede ser considerado como superado", dijo Putin este martes 26 de mayo y convocó para fines de junio el desfile por el 75 aniversario del triunfo sobre la Alemania nazi. 

Casi cinco meses después de la irrupción del coronavirus en China a finales de 2019, el cansancio, la saturación y la preocupación socioeconómica es real e innegable. Mientras las protestas por reactivar la economía se van haciendo más comunes en todo el mundo y los pedidos de trabajo siguen en aumento los especialistas siguen mirando la famosa "curva" y proyectado.

La reapertura de negocios, playas e iglesias en distintos lugares del mundo envían una señal de que es seguro reanudar la vida cotidiana. Sin embargo esto solo quiere decir que el riesgo de propagación del COVID-19 es lo suficientemente bajo como para que las personas puedan salir a realizar algunas actividades en un tiempo determinado y no necesariamente que se haya reducido a cero el contagio. 

Lo cierto es que el camino a la "nueva normalidad", la tan ansiada fase 5 en nuestro país, no requiere de leyes sino del compromiso y sacrificio personal de cada uno de nosotros: cumplir con el distanciamiento social y la higienización frecuente de manos; sin embargo el espacio, el agua y el jabón en los barrios vulnerables de la Argentina es un lujo. Es tiempo, de una vez por todas, de ocuparse de ellos que son antes que un foco de contagio, personas. 

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