¿Está relacionado este rebrote con los faltantes de vacunas que se denuncian?
Vizzotti asegura que, en este caso, el brote no se puede adjudicar a una falta de vacunas, aunque advierte que este es un problema serio independientemente de esta situación particular. "Que aparezcan casos aislados es algo esperable dada la reemergencia de sarampión y rubéola en otros países. La globalización y el riesgo de importación es permanente y siempre estuvo", indica la ex-directora del Programa Nacional de Inmunizaciones.
De hecho, ya son doce los países de América afectados por el aumento de casos de sarampión, en particular Venezuela y Brasil. Venezuela, donde por la crisis económica y social se interrumpió la vacunación y desde 2017 cursa un brote que no ha podido ser controlado. Brasil, a partir de importaciones de Venezuela, ha reportado más de 10.000 casos confirmados. Argentina, por el contrario, tuvo campaña nacional de vacunación contra sarampión y rubeola para niños entre 1-4 años el año pasado, con un 90% cobertura.
Vizzotti, sin embargo, no es optimista con respecto al escenario actual en relación con la provisión de vacunas: "Hay notificaciones de las provincias, de los Ministros de Salud, y de las sociedades científicas, que indican que desde el año pasado hay envíos irregulares e insuficientes de varias vacunas del calendario. Hay un problema en la planificación y financiamiento, todas responsabilidades del Estado nacional", apunta.
"No es una buena noticia que la salud no sea una prioridad; con una devaluación como la que pasamos, son menos los insumos que se compran, ya que adquieren en dólares, y también hay dificultades en la gestión de los mismos. Pero eso no quiere decir que estas problemáticas evidentes sean causa del nuevo caso", advierte.