La carrera de los jugadores es efímera. No se trata de un sobreanálisis de las cuestiones vinculadas a lo que rodea al fútbol mundial y tampoco se basa en un viejo decir que fue adaptado a esta crencia; se trata de una realidad. Con un ciclo promedio de 20 años, algunos más con el avance de la ciencia, los deportistas saben que en un abrir y cerrar de ojos todo puede terminar.
A pesar de esta situación, el deporte permite que y da revancha. El tiempo es lo de menos, aunque tirano como simpre, apremia, y las oportunidades aparecen más de lo que uno espera. Sin embargo, está en la mente y el cuerpo entender que eso está al alcance de la mano y quien hoy parece tener esa chance es Paulo Dybala.
El jugador cordobés pasó de ser el sucesor de Lionel Messi a una figura castigada por las lesiones. La mala suerte (o timing) lo dejó afuera de grandes momentos deportivos y el último de ellos fue la Copa América, histórica para Argentina, donde el "Mesías" cortó la mala racha, se coronó en el Maracaná y lo tuvo que ver todo desde su casa.
Ahora, el renacer está a la vuelta de la esquina. Dybala dejó atrás todo lo malo y si las dolencias no lo castigan, tiene todo en su poder. Aquí, haremos un repaso de por qué este Paulo no es igual al de la temporada pasada, que sufrió y perdió terreno, y qué cuestiones lo acercan a la elite. Hoy por hoy, Paulo es uno de los mejores 25 jugadores del mundo, y los datos lo respaldan.
El nuevo Dybala: sin lesiones y capitán de un barco sin rumbo
La salida de Cristiano Ronaldo llevaron al cordobés a convertirse en la cara más importante del equipo. Rodeado de jugadores de igual edad o más jóvenes que él en ataque, es el jugador con mayor respaldo y tiene que hacer eco de su rol. Así, al menos, es lo que estpa representando en este presente.
Apenas lleva siete partidos en la Serie A y en los mismos ya entrego 3 goles y 3 asistencias, quedando a un solo tanto de igualar su marca de la temporada pasada. En la 2020/21, solamente aportó cuatro tantos en 20 partidos disputados, donde además fue titular en 14 de ellos. Ahora, lleva 6 de 7 desde el arranque y hace notar su influencia.
Ya de por si, duplicó su rendimiento en el juego de Juventus. Acumula un registro de 1,12 goles/asistencia por partido, es decir que colabora en un tanto para su equipo por cada 90 minutos, en una marca que apenas llegaba a 0,56 en la anterior, donde compartía ataque junto con CR7, un goleador serial. Sin embargo, esto también se expande con otra variable.
Dybala mejoró notablemente su determinación cerca del área. Se toma un tiempo más para decidir y esto queda demostrado en la calidad de sus remates. En la temporada pasada, remató 52 veces con una efectividad de acierto al arco de 28,8% (15 disparos), mientras que ahora acumula 21 tiros en siete juegos y 11 de ellos fueron al objetivo (52,4%), de los cuales tres terminaron en gol: Ahora, la "Joya" acierta dos remates por partido y el 27% terminó adentro.
Esta tranquilidad también se apoya en los minutos en cancha (gráfico de arriba). En lo que va de la Serie A ya disputó 484 minutos (por encima del 50% del total de Juventus) y además crece la calidad de esos tiempos. Esto se mide en que, suma 12 minutos más de juego por ecuentro que en la 2020/21, y como titular supera en 120 segundos a su versión anterior, algo que muestra su fortaleza.
La confianza y el tiempo son aliados del jugador en este inicio de temporada, donde se hace notar y despierta la fiera. Juventus cuenta con un as de espada que parecía perdido y la apuesta de renovación hoy tiene un sustento.
Dybala vs. Dybala: cambios en su posición y similitudes con el pasado
La presencia de un nuevo esquema con la salida de Ronaldo, empieza a funcionar como un alivio para el jugador. Hoy por hoy, encuentra como mediapunta y recostado a la derecha su mejor versión, sin embargo no es algo que no hayamos visto a incluso se repite año tras años.
Su lugar en la cancha de permiten ser punzante y determinante en el resultado, por eso cambia pero no cambia. Si bien sigue siendo un zurdo jugando a pierna cambiada, ahora su postura se modifica en sus decisiones que quedan reflejadas en sus valores, principalmente cuando le llega la pelota a los pies.
En este camino por ser un nuevo Dybala, analizamos donde están las mayores modificaciones del jugador y la creación de situaciones es su fuerte. Hay tres factores que son determinantes para entenderlo, y tiene que ver con la influencia en el tramo final . Más allá de que dejamos en claro que sus goles y asistencias son más profundas, aquellas que no lo son, también.
Esta métrica que se trata es las asistencias esperadas (xA), en la que se detallan las situaciones que el jugador creó para generar una situación concreta de gol, por la posición, dificultad y otras variables, pero que no resultaron como tales al tomar otra decisión.
En este punto, Paulo pasó de promediar 0,25 por partido a llevarlo a 0,48, una marca que influye en el tramo final de juego, al tiempo que sus asistencias también se duplicaron en este tiempo. Con los goles completados, su radar en comparación al de la temporada 2020/21 muestra un jugador más completo y determinante, siendo una mejora que no le permite despegarse de su pasado.
Lo mejor de Dybala, el obrero
Su papel en el equipo, como ya fue explicado, lo tiene como una de las cabezas ofensivas. Junto a Federico Chiesa son dos de los mejores en lo que va del certamen, pero sin la explosividad del italiano, dueño de los focos, los puntos más destacados del jugador siguen siendo factores claves en el compromiso con el juego.
Antes, cuando todavía estaba obligado a ser el arma, Dybala era el conductor. Obligado a responder, recibía la mayor cantidad de pelotas y promediaba 12,6 toques de pelota por partido, teniendo en cuenta que el nivel de goleo de Juventus fue bajo, su contacto se daba, en gran parte, en la mitad de la cancha.
Hoy, los números marcan otra cosa y esto tiene que ver con su compromiso como un obrero de ataque. El argentino recibe la pelota 5,4 veces por juego, más de 7 toques de diferencia que en 2020/21, pero sus decisiones son más claras y su objetivo esta puesto en el regate, algo que había perdido.
Con menos veces la pelota en los pies, recibiendo en zona de ataque por encima del 60% de las veces, el jugador completa el 63,6% de las gambetas. Si bien en la temporada pasada la marca rondaba en 62,8%, el hecho de tener menos contacto con la pelota demuestran una decisión acertada en su rol, más cerca del arco y, por ende, más cerca del gol.
Sin embargo, estar lejos de la creación no es lo único que lo convierte en un trabajador de la ofensiva, sino que además se presenta más atento en aprovechar los errores de los rivales. Con un promedio similar entre ambos años comparados, Dybala recupera el 50% de sus pelotas cerca del arco propio.
En el sector defensivo, su rol se mantiene practicamente igual, por lo que la mayor diferencia se marca en el mediocampo. Aquí, recupera un 2.6% menos que el año pasado en la zona más congestionada, pero eleva su marca en 2,2% cuando se trata de desactivar el contraataque rival.
La presión, además, es un valor que hoy en día todo entrenador tiene en mente. En el mejor de los casos, es una de las variables que más se le ha exigido a Sergio Agüero en Manchester City y por el que ha perdido lugar en la Selección Argentina, con Lautaro Martínez. Hoy, estos registros de Dybala, son un extra a la hora de sumar confianza y cambiar su faceta para convencer a Lionel Scaloni, que lo tiene en cuenta, pero también a los hinchas.
Las cifras que piden a gritos la Selección
Bien, haciendo un repaso por lo que estuvimos viendo de Dybala podemos afirmar que su influencia en el juego creció de manera considerable, a partir de goles y asistencias, que su desempeño ofensivo cambió gracias a mejores decisiones en menos intentos y por último el plus de la presión que seduce.
Ahora, vamos a destacar que este comienzo de temporada podrá ser o no un espejismo, pero deja en claro que el ex Palermo vuelve a ser jugador de Selección. Una cosa es ser convocado, como lo fue en las últimas fechas de Elimnatoria (ausente por lesión) y la otra es "ser" jugador de Selección.
En este caso, los números de Paulo le permite soñar con ese lugar y Scaloni lo sabe. No podrá ser el goleador que es Lautaro, pero anota; no será el creador que es Di María, pero asiste; y podrá no tener el recorrido de González, pero sí el sacrificio necesario. Entonces, en una cabeza a cabeza... ¿Hay alguien hoy que sea más que Dybala?
En la gráfica presentada, analizamos cuatro jugadores habitualmente convocados por Scaloni y que ocupan o podrían ocupar un lugar similar al de Dybala. Lautaro Martínez y Lucas Alario son los punta marcados, Joaquín Correa es el primer cambio en la delantera y Ángel Dí María, el conductor. Obviamente, de esta nómina no aparecen ni Lionel Messi, insustituible, ni Sergio Agüero, que apenas suma minutos en cancha en Barcelona.
El gráfico es conciso y muestra los valores de goles, goles esperados (situaciones para marcar en base a su dificultad), asistencias, asistencias esperadas, pases clave (Kp) y dos valores en relación a la creación de juego: xGChain y xGBuildup, que marcan la influencia que tiene el jugador para que una jugada termine en gol ya sea con regates o pases lejos del área.
En un pantallazo, lo primero que sale es que Di María es el que más se acerca, por formato, pero así y todo no es igual de influyente que Paulo. Claro, en el PSG rodeado de Messi, Mabappé y Neymar las chances son más complejas y no todo depende del "Fideo", pero lo que sí llama la atención son los valores con Lautaro.
A diferencia de los demas jugadores, los radares de Dybala y Martínez son complementarios y ponen el foco en un lugar donde podría rendir. Como punta, tal y como rinde en Juventus, podría tener más chances que unos metros más atrás, donde se lo comparó con Messi. Es cierto, Dybala inicia sus ataques desde la derecha, pero el Lionel actual es más versátil y podría abrir una puerta.
En un mano a mano, el cordobés hoy pasa como alternativa de Ángel Di María, que a su vez corre de atrás con Nicolás González. Sin embargo, se marcan dos caminos para el surgido de Instituto y es que puede ser, con naturalidad, el reemplazante de Messi cuando este no esté y no como otro punta.
Aún lejos de las grandes figuras: un mano a mano con Salah
Por último, y a modo de cierre de este repaso por el gran presente de Paulo Dybala, nos vamos a poner en papel de villano y demostrar que no todo lo que brilla siempre es oro.
En esta definición, en donde Paulo es determinante, sigue quedando muy lejos de su mejor momento y de sus rivales de hoy por hoy. Su influencia en Juventus por lo pronto, es solo eso, y puede avanzar hacia un lugar de elite que supo tener, pero esta vez los monstruos siguen siendo monstruos y deberá vencer sus temores para combatirlos.
Según Soccerment, Mohamed Salah es el quinto mejor jugador de registros en cuanto a los datos y es el primero en la categoría donde figura Paulo Dybala. El argentino, lejos de los primeeros puestos, avanzó hasta el 25° lugar entre los más destacados del año y aparece en los equipos ideales de la Serie A.
La importancia en este gráfico pasa que, a pesar de ser uno de los mejores atacantes de Argentina en la actualidad, necesita un largo recorrido. El camino es el indicado y la gran incógnita está en el futuro: si Dybala deja de sufrir, tiene en sus manos una nueva oportunidad. La de de brillar, la de ser la estrella y deleitar a todos con su encanto y carisma. Hoy Dybala, está en la estación a a espera de ese tren que lo lleve a los más alto, y porque no, a la gloria eterna.