Además de elegir legisladores y al próximo alcalde, este domingo la ciudad de Berlín responde por sí o por no la posibilidad de que el Gobierno nacional expropie un total de 240.000 viviendas a los grandes propietarios inmobiliarios de la capital.
El dato no parecería ajeno a la realidad de un país donde si más de la mitad de la población no tiene vivienda propia, ese porcentaje sube hasta el 85% cuando hablamos de Berlín pero que obviamente, como todo lo que incluye la idea de expropiar, genera reacciones encontradas.
Hay que aclarar que se trata de una consulta que no es vinculante, osea que si se aprueba no se va a proceder automáticamente a una expropiación, pero el hecho de que la pregunta haya llegado a esta instancia da cuenta del nivel de presión que existe y que pueda seguir existiendo.
Algo que viene de que hasta los ´90 y por más de cuatro décadas la ahora capital alemana estuvo bajo la influencia de seis potencias, nunca recibió una inversión centralizada y por tanto, no resolvió muchos de los problemas que el resto del país sí pudo.
En lo que a la vivienda respecta, los problemas también son específicos para una ciudad donde el precio del alquiler promedio se duplicó en la última década, el 85% de las personas alquilan y las leyes para congelar precios nunca prosperaron.
Desde el plano político, el alcalde de Berlín, Michael Mueller, también se muestra en contra de esta medida, argumentando que antes de una expropiación pública preferiría asociaciones con el sector privado.
Pero así como Merkel, Müller también deja su cargo y se espera que asuma Franziska Giffey, quien hasta lanzarse a la campaña fue ministra del Gobierno de Merkel y ahora quizás tenga la responsabilidad de cumplir el mandato de expropiar 240.000 viviendas a la mayor empresa inmobiliaria de todo Berlín.
De “pobre pero sexy” a rica e inalcanzable, el denominador común es que por décadas los habitantes de Berlín no vieron cambios en su situación habitacional y ahora buscan corregir lo que la prosperidad económica prometió pero en esta parte de Alemania, nunca cumplió.