Informaba la página de la Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela que para el 7 de enero y desde las 10:30, la orden del día trataría el “rechazo de la toma y asalto militar al Palacio Federal Legislativo, impidiendo el acceso a diputados en violación a la Constitución Nacional”.
Lo que no terminaba de quedar en claro es quien presidiría la sesión en cuestión. Por lo pronto, entre empujones y denuncias de desapariciones, fue Juan Guaidó quien lo hizo. Pero lo único cierto es que a la variable económica y social, Venezuela ha añadido en estos últimos meses la pata política como elemento de incertidumbre sobre el escenario futuro del país.
La (esencialmente aceptada) peor crisis en la historia del país que atraviesa y erosiona los ejes sociales, políticos y económicos, las limitaciones en el ejercicio pleno de la democracia y un cierto consenso político regional que busca aislar al sucesor de Chávez son algunos de los puntos que explican esta realidad. Lo que pasó en estos últimos días, acá.