No es lo mismo preparar la velada para intimar en un espacio romántico, a la luz de las velas o bien en la cama que ambos comparten, que tener relaciones en cualquier lugar y de cualquier manera. Esta es una de las diferencias a la hora de mantener un encuentro.

Si cuando terminan tu pareja se queda dormida lejos tuyo, se va, no te habla, no te abraza o ni siquiera te toca, es un claro indicio de que solo están teniendo relaciones sexuales.

Si en cambio te hace caricias y se preocupa por cómo estás luego del acto, entonces estás con alguien que te quiere y, por lo tanto, te hizo el amor.

Si ambos saben lo que están haciendo y sienten una conexión, más allá de lo físico, entonces significa que están haciendo el amor y no simplemente teniendo relaciones sexuales, que sucederían solo en el plano de lo corporal.

Este es un punto clave a la hora de tener relaciones. Si cada uno está solo enfocado en pasarla bien y no se preocupa por el bienestar y la satisfacción del otro, probablemente estén solo teniendo sexo.

¿Le dedican un buen tiempo a la previa, es decir, el momento antes de la penetración en sí? Entonces probablemente el objetivo del encuentro sea algo más que simplemente saciar las ganas de tener sexo. Recorrerse mutuamente, descubrir los puntos más sensibles del otro, dar y recibir.