El 29 de julio del 2000 se conocía en nuestro país la noticia del suicidio del famoso cardiocirujano René Favaloro.

Estudió medicina en la Universidad Nacional de La Plata. Una vez que se recibió se mudó a la pequeña localidad santafesina de Jacinto Aráuz para reemplazar al médico local. Luego, volvió a La Plata para trabajar en el Hospital Policlínico.

Constantemente investigaba y leía acerca de los avances médicos. Esto le permitió en la década de 1960, empezar a estudiar una técnica para utilizar la vena safena en la cirugía coronaria.

La estandarización de esta técnica, el bypass o cirugía de revascularización miocárdica como se lo llamó, fue el principal trabajo de su carrera y lo que lo llevó a ganar un gran prestigio internacional, ya que este procedimiento cambió radicalmente la historia de la enfermedad coronaria.

A partir de 1971 comenzó a trabajar en el Sanatorio Güemes de la Capital Federal, que era presidido por Mauricio Barón y por el doctor Luis De La Fuente, en cardiología como experto en cardiología clínica e invasiva.

En 1975, fundó junto a otros colaboradores la reconocida Fundación Favaloro, llevando su apellido a instancias del propio De La Fuente, quien lo convenció de llamarla así.

Esta Fundación también funciona como un centro de capacitación donde estudian alumnos de diferentes partes del mundo y donde cada dos años se celebra el Congreso de Cardiología para el Consultante.

Cinco años después, creó el Laboratorio de Investigación, dependiente del Departamento de Investigación y Docencia de la Fundación Favaloro. Luego, éste pasaría a ser el Instituto de Investigación en Ciencias Básicas del Instituto Universitario de Ciencias Biomédicas. Esto fue pilar fundamental para la creación, en agosto de 1998, de la Universidad Favaloro.

Favaloro fue miembro de la CONADEP (Comisión Nacional por la Desaparición de Personas). Además, condujo programas de televisión dedicados a la medicina y escribió varios libros.

Durante la crisis de principios de siglo que se vivió en el país, el PAMI tenía una exorbitante deuda económica con su fundación, sostenida deliberadamente por un sistema corrupto. Esto lo llevó a tomar la decisión de suicidarse.

El 29 de julio del 2000, después de haber escrito una carta al Presidente de aquel entonces donde lo criticaba por el sistema de salud del país, se quitó la vida de un disparo al corazón.

El 29 de julio de 1966 se vivieron momentos de suma tensión con la llamada "Noche de los Bastones Largos".

Consistió en la represión por parte de la Policía Federal contra estudiantes, profesores y graduados de la Universidad de Buenos Aires, quienes rechazaban la decisión del Gobierno Militar de Juan Carlos Onganía de intervenir las universidades y anular el régimen de gobierno.

El nombre de este negro episodio proviene de los bastones largos utilizados por efectivos policiales para golpear con dureza a las autoridades universitarias, los estudiantes, los profesores y los graduados, cuando los hicieron pasar por una doble fila al salir de los edificios, luego de ser detenidos.

En total, fueron apresadas unas 400 personas y laboratorios y bibilotecas universitarias quedaron destruidos por completo. Este hecho, además, fue un punto clave en la decadencia cultural y académica del país, provocando también una fuga de cerebros considerables en Argentina.

Cada 29 de julio celebramos el Día de la Cultura Nacional, en honor al escritor y profesor universitario Ricardo Rojas.

Fue autor de grandes obras como "Blasón de plata", "El Santo de la Espada" y "El Profeta de la pampa", entre otras. Murió un 29 de julio de 1957. Por ello, 25 años después de su fallecimiento, un decreto presidencial instituyó esa fecha para conmemorar este día tan especial.

A la Cultura Nacional se la puede relacionar con aspectos políticos y/o sociales, como también con los orígenes históricos de la Nación.

Por ello, tiene mucho que ver con la formación de una identidad y de un sentido de pertenencia que sirva para unir los miembros de una sociedad en base a reconocidos símbolos o creencias.