Titanic es una de las películas más taquilleras de la historia y uno de los muchos éxitos del infalible James Cameron. Hace 107 años el RMS Titanic, el barco que según el mito alguien definió como insumergible zarpó de Southampton con dirección a Nueva York, y aprovechamos para poner la lupa sobre una película que tenía como objetivo ofrecer la representación más fidedigna del barco y aquella fatídica noche del 14 de abril.
La obra de Cameron representó un meticuloso trabajo de investigación para recrear el barco más lujoso del mundo al detalle. La producción obtuvo archivos de Harland y Wolff, la empresa constructora del Titanic, con planos que se pensaban perdidos, para construir los enormes sets que eventualmente serían destruidos por el agua. No solo hubo que reconstruir el Titanic, sino también un tanque de agua lo suficientemente grande como para darle vida a la visión de Cameron.
Con sus 200 millones de dólares de presupuesto, Titanic se convirtió en la película más cara de la historia en ese momento, por lo que sería redundante enfocarnos en esos aspectos de la producción, ya que Cameron se encargó de que el barco y todos los elementos que lo componen fueran exactamente iguales. Donde James pudo haberse dejado estar es en algunos detalles que vamos a repasar a continuación.
Aclaro antes de que se quejen: no vamos a darle lugar a la teoría de si Jack y Rose entraban juntos en la puerta porque eso ya ha sido confirmado varias veces. Sí, Rose lo dejó morir. Soltar.