El primer paso para el éxito de una selfie es elegir la cámara correcta. Si tu cámara frontal no es buena, tal vez sea mejor elegir la trasera, aunque no puedas verte mientras hacés el encuadre.

La posición de la cámara es indispensable: siempre tiene que estar arriba de tu cara y lo más lejos posible, para evitar que tu rostro parezca una luna redonda y con papada. Poner la cámara levemente por encima de tu cara te asegura un efecto adelgazador fundamental, porque te hace levantar un poco la barbilla.

Además de la posición de la cámara, la de tu cara es fundamental. Siempre conviene mirar de costado (mostrando una oreja) para realzar los pómulos y que tu cara parezca más fina. La posición de la mirada también es importante: nunca al teléfono, siempre más allá, hacia la esquina de la cámara.

No importa cómo salgas, si en el fondo de tu foto hay desorden visual, el protagonismo no será tuyo. Un fondo feo puede arruinar tu mejor cara. Así que antes de disparar, mirá bien cuál es tu escenario. Más lejos está (el mar, el campo, una plaza) más te destacás vos.

Para que tus ojos salgan bien abiertos, lo ideal es cerrarlos y contar de atrás para adelante antes de disparar. Tres, dos, uno ¡éxito!

Si tus brazos no son lo suficientemente largos para sacar la foto con un buen ángulo, usar el temporizador de tu cámara puede ser una gran idea. De paso evitás que salga parte de él en la foto. El palito para selfies vale, pero lo ideal es que quede fuera de cuadro.

Un filtro no va a cambiar tu cara en la foto, pero puede darle un estilo único. Usar los filtros puede ser una gran idea, pero sin abusar.

Parece una obviedad, pero es uno de los principales motivos de fracaso en lo que respecta a las selfies: la foto movida. Por eso es muy importante tratar de mantener el brazo lo más firme posible. Si tenés muy mal pulso, podés sostener tu mano con el otro brazo.

El gesto de la cara es muy importante. En una época se había puesto de moda la cara de pato, pero eso ya fue. Si la actuación no es lo tuyo, lo mejor será optar por mostrar tu mejor sonrisa. Las fotos sonrientes siempre son más lindas.