Un ex participante de la edición española del reality "Gran Hermano Revolución" fue condenado a 15 meses de prisión por abusar sexualmente de una participante en la casa donde se llevaba a cabo el programa, mientras este se emitía por la señal Telecinco, en la madrugada del 4 de noviembre de 2017.

El hombre, identificado como José María López, fue condenado a "quince meses de prisión como autor responsable de un delito consumado de abusos sexuales contra Carlota Prado", otra de las participantes del programa televisivo con quien mantenía una relación sentimental, informó la justicia española en un comunicado.

Además, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid aseguró que "se le condena a cuatro años de alejamiento e incomunicación respecto de la víctima y a indemnizarla en la cantidad de 6.000 euros" (6.570 dólares), una suma de la que también tendrá que responder Zeppelin TV, la productora del programa, como responsable civil subsidiaria.

(José María López y Carlota Prado, durante el 'Gran Hermano' de 2017)

Ambos concursantes habían empezado una relación en el programa. El hecho ocurrió durante una fiesta, cuando López aprovechó un momento de embriaguez de Prado para abusar de ella bajo la mirada de las cámaras sin que ella pudiera brindar su consentimiento para tal interacción.

En la sentencia, la jueza consideró probado que el acusado, "guiado por un ánimo libidinoso, a sabiendas de que C. P.A. se encontraba bajo los efectos de un sopor etílico que le conduciría después a la inconsciencia, le quitó los pantalones - cuando ambos se encontraban ocupando la misma cama -, y comenzó a realizar bajo el edredón movimientos de carácter sexual", pese a que la víctima le dijo "no puedo".

"Los movimientos lúbricos del condenado continuaron varios minutos más, hasta que la víctima se destapó la cara y un brazo y se dejó ver su estado inerte, lo que motivó la intervención de uno de los miembros del programa", prosigue la sentencia.

Las imágenes nunca fueron emitidas y el asunto no salió a la luz hasta dos años más tarde, cuando la prensa reveló en 2019 que la mujer había tenido que ver las grabaciones a la mañana siguiente en una sala aislada denominada "confesionario" de Gran Hermano. Un video de este interrogatorio a la chica, que fue difundido por un medio en internet, mostraba a la joven llorando e implorando que cesaran las imágenes.