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El Papa Francisco pidió limitar el poder de monopolio en la IA

El Sumo Pontífice brindó una conferencia en el Palacio Apostólico y sostuvo que la IA debe "beneficiar a toda la humanidad".

El Papa Francisco pidió limitar el poder de monopolio en la IA
(FOTO: Reuters.)

En el marco de una conferencia sobre la Inteligencia Artificial de la Fundación "Centesimus Annus Pro Pontefice" que tuvo lugar en el Palacio Apostólico, el Papa Francisco expresó su preocupación por el monopolio de la industria y remarcó que debe "beneficiar a toda la humanidad".

"El futuro de la economía, la civilización y la propia humanidad se jugará en el terreno de la innovación tecnológica", manifestó en primer lugar el Sumo Pontífice. En esa línea, instó a "no perder la ocasión de pensar y actuar en un modo nuevo, con la mente, el corazón y las manos, para dirigir la innovación tecnológica hacia una configuración centrada en el primado de la dignidad humana".

"Una innovación tecnológica que favorezca el desarrollo, bienestar y la convivencia pacífica y que proteja a los más desfavorecidos. Y eso requiere un ambiente normativo, económico y financiero que limite el poder monopolio de unos pocos y permita beneficiar a toda la humanidad", agregó luego.

En ese sentido, el Papa Francisco cuestionó ciertos puntos de la IA y planteó: "La inteligencia artificial es y debe seguir siendo una herramienta en manos del hombre. ¿Estamos seguros de querer seguir llamando 'inteligencia' a lo que no lo es?".

Durante los últimos meses el Sumo Pontífice centró parte de su agenda en la discusión sobre la IA y su utilización, motivo de su reciente visita a la Cumbre del G7 y su Mensaje de la Paz 2024.

Por ese motivo, el referente de la Iglesia Católica enfatizó en el fin de la IA y cuestionó si debe "servir a satisfacer las necesidades de la humanidad y mejorar el bienestar y el desarrollo integral de las personas" o a "enriquecer y aumentar el ya elevado poder de unos pocos gigantes tecnológicos".

"La IA tiene una influencia perturbadora en la economía y en la sociedad y puede tener repercusiones negativas en la calidad de vida, en las relaciones entre las personas y entre los países, en la estabilidad internacional y en la casa común", completó Francisco.