Personal de la Superintendencia de la Investigaciones Federales de la Policía Federal Argentina rescató a 77 personas mayores y diez menores de edad quienes se hallaban en situación de vulnerabilidad, privados de libertad y con castigos corporales, torturas y ataduras. Los efectivos procedieron a la detención de tres jóvenes, quienes estaban a cargo del supuesto centro contra las adicciones identificado como "Los Valientes", que funcionaba en la localidad de La Reja, partido de Moreno.
El procedimiento estuvo a cargo del personal del Departamento Trata de Personas, a órdenes de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nro. 8 del Departamento Judicial de Moreno, a cargo del Dr. Gabriel López.
En un predio de la localidad de La Reja realizaron un allanamiento donde funcionaba en forma clandestina un supuesto centro de rehabilitación de las adicciones. En el lugar personal del ministerio de Salud efectuó una inspección, encontrándose con un panorama horroroso.
El centro no tiene habilitación para tal fin, los internos estaban en condiciones infrahumanas, hacinados, encerrados y privados de la libertad, en habitaciones bajo llave y puertas enrejadas, con aguas servidas en los patios de recreación, baños tapados, y paredes con humedad.
Supuestamente solo tres profesionales acudían a asistir a esa gran cantidad de pacientes en forma salteada. No contaban con médicos o psicólogos que realizaran el seguimiento de los tratamientos.
Gran estupor causó un momento en medio del operativo, cuando los efectivos hallaron a un joven menor de edad atado en el interior de un gallinero. Ante este escenario escalofriante, efectuaron un informe para la Fiscalía Interventora.
Junto con el personal de la Policía Federal Argentina, ingresaron al lugar las profesionales del Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento a Personas Víctimas del Delito de Trata, del Ministerio de Justicia y DDHH de la Nación, quienes comenzaron a entrevistar en forma separada a los menores de edad y en forma aleatoria a los mayores, quienes luego de varias horas todos manifestaron el deseo de retirarse del lugar, ya que refirieron ser sometidos a torturas físicas y psicológicas.
En varias de las entrevistas, los pacientes indicaron que eran sometidos a castigos corporales; golpes, cortes y ataduras, falta de ingesta de alimento y agua. Según los relatos, eran torturados. Los internos eran atados y sumergidos en una pileta a modo de castigo correctivo.
Luego de recibir las declaraciones, el fiscal ordenó al personal del Departamento Trata de Personas el traslado de varias víctimas hasta la sede judicial, donde se les recibió una amplia y pormenorizada declaración testimonial. Se determinaron acciones compatibles con torturas a modo de castigos, siendo sometidos a atadura, sumersiones y vejaciones, existiendo una jerarquización de mandos de sus ejecutores.
En sus dichos, los jóvenes adictos indicaron indicaron que los familiares solo podían verlos cada 21 días y que en todo ese momento debían estar acompañados por alguno de los coordinadores del lugar para de esa esa forma controlar sus conversaciones.
De la inspección del lugar, los detectives procedieron a incautar varios teléfonos celulares de los responsables del lugar, una computadora, varias historias clínicas, todos estos elementos fundamentales para ser peritados en busca de información para la causa.
Gracias a las diligencias realizadas, los menores fueron restituidos a sus familiares y los mayores se retiraron del lugar en compañía de sus parientes, luego se procedió a clausurar el centro.
Desde la justicia se informó que se prosigue con la investigación en curso, tendiente a desarticular la estructura de responsabilidad del centro de rehabilitación clandestino "Los Valientes".