El devastador temporal que causó destrozos en el sur de Brasil ocasionó la muerte de 56 personas y sumergió al estado de Rio Grande do Sul bajo el agua, por lo que 67 personas aún continúan desaparecidas.

Entre autos apilados y escombros de las casas se puede observar en las imágenes que recorrieron el mundo un río de agua marrón, producto de las constantes lluvias que azotaron a la región. Este desolador escenario ocurrió en el estado que limita con Argentina y Uruguay, en donde aproximadamente 25.000 personas debieron desalojar sus hogares, de las que 8.168 están en refugios públicos y otras 24.080 en casas de familiares, según información del ministerio de Defensa Civil.

Dentro del estado, 265 municipios fueron afectados por el dramático temporal, con destrucciones en estructuras como puentes y rutas en varias regiones, además del desbordamiento del río Guaiba que provocó una inundación en las calles del estado sureño.

A raíz del panorama que enfrenta la región, el aeropuerto internacional de la ciudad suspendió todos los vuelos por tiempo indefinido. En su cuenta oficial en Twitter, el gobernador de Río Grande do Sul detalló el progreso de los rescates en medio del desolador escenario.

"Más de 8 mil personas ya han sido rescatadas por tierra y aire, en las más diversas circunstancias de este dramático momento que vivimos. Hago un llamamiento a todos los que se encuentran en una zona de riesgo para que abandonen estos lugares y se refugien en un lugar seguro", señaló.

El Instituto Nacional de Meteorología de Brasil pronosticó que durante la noche del sábado podrían continuar las lluvias en las regiones septentrionales del estado, por lo que las autoridades instaron a los ciudadanos a buscar refugio en zonas aledañas. Aunque el estado sureño fue el foco de los destrozos, las tormentas ya comenzaron a reflejar su potencial destructivo también en el estado de Santa Catarina, en donde una persona perdió la vida.