Durante los anuncios de nuevas restricciones, el ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollán, alertó por una dimensión casi explosiva" de la suba de contagios de coronavirus. En esa misma línea, se manifestó su viceministro, Nicolás Kreplak, quien fue incluso un pasó más allá y advirtió que, en caso de que sea necesario, se podría volver a una fase más estricta del aislamiento.

"Si hay que hacerlo, hay que hacerlo", aseveró.

En declaraciones radiales, el funcionario sostuvo que la segunda ola de contagios "podría ser peor" que la primera. "La cantidad de casos que hay puede ser como en el 2020, con la diferencia de que por ahí lo que el año pasado se fue estableciendo en tres o cuatro meses. Acá se puede establecer en tres o cuatro semanas", dijo, y afirmó que "eso es muy preocupante, porque estresa rápidamente el sistema de salud".

En ese sentido, adelantó que "puede verse un impacto" en la ocupación de camas. Explicó que hay un "problema de dinámica" y que se generó "un cuello de botella" en el servicio de salud porque se registraron muchos casos en pocos días, y señaló que que tuvieron "dificultades para hacer derivaciones" y que en las guardias "hay mucha exigencia". "Tenemos que bajar la velocidad con la que se instala la cantidad de contagios y cambiar esta tendencia", subrayó.

"Nadie quiere llegar a la situación de aislamiento total, pero si hay que hacerlo, hay que hacerlo"

Kreplak dejó en claro que "nadie quiere llegar a la situación de aislamiento total", pero aseguró que "si hay que hacerlo, hay que hacerlo". No obstante, remarcó que la gente entiende que "la prioridad es la salud" y destacó que "hay una enorme vocación de cuidarse".

A su vez, señaló que la situación actual "vuelve a ser como la que se veía en junio o julio pasado, cuando estaban subiendo los casos", y que en ese marco "las salidas tienen que ser las esenciales". "Las que no son indispensables, no hay que hacerlas", pidió.